Afro-Descendants in Argentina and Uruguay
A concentrated focus on Montevideo and Buenos Aires
Referente teórico
Nuestra aproximación teórica general tiene dos influencias principales: las teorĆas poscoloniales y las teorĆas decoloniales. Estas dos tendencias teóricas son relevantes en nuestra investigación por su carĆ”cter crĆtico. Estos enfoques (poscolonial y decolonial) problematizan los procesos de colonización en diferentes tiempos y contextos. Las teorĆas poscoloniales, en los lĆmites de la producción acadĆ©mica anglófona, son el resultado de reflexiones de autores de origen indio y africano, como Gayatri Chakravorty Spivak, Edward Said y Frantz Fanon, entre otros. Sus reflexiones se concentran particularmente en la colonización europea de India y Ćfrica, y son relevantes para nuestro proyecto porque hacen parte del gran campo teórico que revela y explica los efectos del colonialismo europeo del siglo XIX.
Pero para reconocer āLa presencia, importancia y la participación activa de la población Afrodescendiente en Argentina y Uruguayā usaremos reflexiones teóricas centradas en las experiencias coloniales de comunidades que habitaron y habitan el continente americano. En las AmĆ©ricas, como zona de contacto (Pratt, 1991), surgen las aproximaciones teóricas decoloniales particular, pero no Ćŗnicamente, por las reflexiones de autores de habla hispana e inglesa, como AnĆbal Quijano, Fausto Reinaga, Enrique Dussel, Walter Mignolo, Michel-Rolph Trouillot, MarĆa Lugones, Sylvia Wynter, Lea Geler, George Reid Andrews, entre otros. Desde las reflexiones de estos autores abordamos nuestro tema de interĆ©s con una perspectiva crĆtica para prestar minuciosa atención a las demandas silenciosas de la población afrodescendiente.
Raza, racismo y discriminación desde un enfoque decolonial
Un ejemplo particular de la apertura a nuevos horizontes conceptuales es la reflexión de AnĆbal Quijano sobre el concepto de raza. Quijano en su ensayo titulado āColonialidad del poder, eurocentrismo y AmĆ©rica Latinaā ubica el concepto de raza en las discusiones sobre el proceso de globalización. Para Quijano raza es āuna construcción mental que expresa la experiencia bĆ”sica de la dominación colonial y que desde entonces permea las dimensiones mĆ”s importantes del poder mundialā(Quijano 2000). Esta conceptualización de raza, en el marco de la globalización, se entiende al reconocer los dos genocidios que dieron inicio a la experiencia colonial. El primer genocidio del proceso colonial fue el exterminio de los pueblos originarios por la barbarie civilizadora. Desde 1492, cientos de comunidades originarias han sido aniquiladas junto a sus lenguas, cosmovisiones y formas de organización social y polĆtica. El segundo genocidio, ejecutado casi simultĆ”neamente, fue padecido por los millones de secuestrados africanos y sus descendientes, quienes por mas de dos siglos fueron forzados a trabajar hasta la muerte en el continente americano. La conceptualización de raza de Quijano reconoce que la expresión de la experiencia de la dominación permea desde la colonia hasta nuestros dĆas todas las dimensiones del poder mundial, por supuesto, esto incluye los estados-nacionales contemporĆ”neos.
La raza como una āconstrucción mentalā producto de la experiencia colonial podrĆa considerarse como una abstracción teórica que elimina la relación entre el racismo y el color de piel. Pero, contrario a esto, el concepto de Quijano, nos permite resaltar las complejas formas en que opera esta categorĆa en el orden social mundial en la actualidad. Si pensamos la raza, usando el concepto de de-linking (desprendimiento) y restando importancia a la melanina para desnaturalizar los conceptos y los campos conceptuales que totalizan UNA realidad (Mignolo, 35) podemos apreciar el cambio conceptual propuesto por Walter Mignolo respecto al racismo. Para Mignolo, el racismo, como lo sentimo en el presente, fue el resultado de dos invenciones conceptuales del conocimiento imperial: a) que ciertos cuerpos eran inferiores a otros, y b) que cuerpos inferiores tienen un inteligencia inferior (Mignolo, 2009).
Para Quijano y Mignolo, el racismo como invención imperial estableció un orden socio-racial mundial que ubico a los pueblos europeos por encima del resto de la humanidad. El delirio europeo de ser el centro de la civilización humana fue solo posible por la invasión e Invención de AmĆ©rica (Rabasa, 1993). AsĆ, desde la invasión de estos territorios, el orden mundial racial asignó a los āblanco europeosā y sus descendientes la cima de la jerarquĆa social mientras el resto de las poblaciones recibieron los nivel inferiores. Se debe enfatizar que en este orden las poblaciones africanas esclavizadas no eran consideradas parte de la humanidad. Esta clasificación fue la base para la organización āsocial-racialā en las AmĆ©ricas, que generó condiciones que limitan las posibilidades de las poblaciones originarias y cierra los espacios para la población afrodescendiente. Esta forma de racismo colonial ha operado y opera desde la primera invasión hasta nuestro dĆas; y nos sirve para explicar nuestra percepción sobre cómo opera la discriminación contra la población afrodescendiente en Uruguay y Argentina en nuestro dĆas.
Para explicar el racismo colonial estructural en los estados-nacionales argentinos y uruguayos usaremos la metÔfora sobre los acceso a un edificio. Esta metÔfora nos sirve dar una imagen concreta de la estructura de los estados-nacionales que por su apariencia abstracta, disfraza el racismo colonial de nuestras sociedades. Los estados-nacionales, al igual que los edificios, son producto de interacciones humanas. Al construir cualquiera de estos, los arquitectos definen parametros para relacionar su función con su estructura. Estos parametros aseguran las posibilidades de acceso al edificio, y al estado. Tenga en cuenta, por favor, que no estamos comparando a personas en condición de discapacidad con aquellos que viven su vida en el racismo estructural, usamos esta metÔfora sólo para facilitar la explicación.
En un edificio contemporĆ”neo bĆ”sico existe cierta regularidad en el diseƱo y la función de puertas, ventanas, sillas, mesas, y los espacios pĆŗblicos en general. Estos son diseƱados para garantizar el acceso a "todas" las personas, especialmente aquellas personas en condición de discapacidad. Por esto es habitual ver seƱalizaciones, rampas y disposiciones especiales para que personas en sillas de ruedas. En los estados-nacionales, estos accesos son diseƱados por medio de leyes que buscan garantizar la igualdad entre sus ciudadanos. Sin las rampas y ascensores, la muchas Ć”reas de los edificios estarĆan restringidas para personas en condición de discapacidad, de forma similar una persona afrodescendiente no podrĆa tener un efectivo y libre acceso a distintos espacios sociales sin leyes que garanticen la igualdad de derechos. Sin embargo, se debe pensar que frecuentemente personas en silla de ruedas, por ejemplo, encuentran ascensores descompuestos que limitan su acceso al primer nivel. Lo mismo pasa con muchos afrodescendientes, cuando por el racismo estructural y la discriminación, quedan atrapados en espacios sociales con poca opciones en tĆ©rminos de educación, trabajo y otras oportunidades.
Solo hasta las últimas décadas las historias oficiales de Argentina y Uruguay empiezan incluir en sus narrativas la presencia e importancia de las población afro y afrodescendiente en la consolidación de estas sociedades como estados-nacionales.